Las mejores máquinas de afeitar

El arte del afeitado corporal no es una moda reciente, aunque muchos piensen que es así debido a las innumerables marcas y modelos de afeitadoras existentes, tanto eléctricas como tradicionales. Se sabe que ya en la Edad de Piedra los hombres descubrieron que si afeitaban sus cuerpos, podían usarlos como lienzos, al igual que usaban las paredes de piedra de las cuevas, y que podían decorarlos. Más tarde, ya en la Edad Antigua, las mujeres empezaron a depilar también sus cuerpos con diversos métodos, que imitaron los hombre de la época, hasta que en el 1500 AC se conocieron las primeras cuchillas de afeitar rudimentarias, allá por los países nórdicos.

afeitandosePero es que, en realidad,  el concepto de afeitado clásico surge de la frase «afeitar la barba», que originariamente quería decir cuidar el mentón;  es decir, que se refería sólo al cuidado y eliminación del vello facial masculino, ya fuera el bigote o la barba. Los hombres lograban esto con los objetos más rudimentarios: piedra pómez , pinzas para el vello, o líquidos abrasivos. El manejo de los metales trajo como invento la navaja, primero en forma de cuchillo con un filo bien afilado, y después con un diseño más elaborado, para proteger los dedos y evitar que los cortes fueran demasiado profundos.

Más allá de las modas, que unas veces exigían rostros sin rastro de vello y otras ensalzaban a los barbudos, el cuidado del pelo facial en el hombre siempre ha sido bien apreciado, y mucho más entrando en la Edad Moderna. A partir del siglo XIX, el llevar la barba perfectamente arreglada, o incluso el carecer de ella, se convirtió en un signo de elegancia muy apreciado en la sociedad: el signo de un verdadero gentleman.

El primer objeto inventado similar a una maquinilla de afeitar para el rasurado masculino, la navaja, fue ideado en Francia a finales del siglo XVIII, por Jean-Jacques Perret; pero no fue patentado hasta un siglo después , en Estados Unidos, por los hermanos Kampfe. Como digo, esta navaja llevaba una protección de cuero por uno de los lados de la cuchilla, evitando así peligrosos cortes tanto en el rostro como en los dedos.

gillettePero la idea de las maquinillas de afeitar clásicas tuvo que esperar hasta 1901, cuando el incansable viajero King Camp Gillete, preocupado por el cuidado de la piel de su cara al  tener que aparecer cada día perfectamente afeitado y tener que hacerlo en un tren, ideó un sistema que bloqueaba la hoja de la cuchilla para evitar que se moviera y hubiera cortes accidentales. Y lo hizo tan bien, que ese mismo diseño, con variaciones de materiales o de la cantidad de hojas cortantes, es el que ha perdurado hasta nuestros días. De ahí las conocidas cuchillas gillette, debido a su nombre.

Y en 1927, el coronel estadounidense Jacob Schick tuvo la idea de fabricar máquinas de afeitar eléctricas, que hacían rotar varias cuchillas, revolucionando así el mundo del afeitado, ya que a partir de entonces pudo eliminarse el vello facial en seco, sin crema ni brocha de afeitar, y fue la precursora de las modernas afeitadoras eléctricas que se comercializan hoy en día.
El resto, es historia. Maquinillas desechables, recargables, para hombre o mujer, eléctricas o manuales… Gillete, Wilkinson, y otras marcas varias que se han enganchado al carro del afeitado facial y corporal, componen una oferta casi infinita en este antiguo arte que ya practicaban nuestros ancestros.

Depiladoras y cortapelos

Gracias a esta innovación también surgieron diferentes instrumentos similares pero para otro tipo de vello, como por ejemplo los cortapelos y las afeitadoras corporales. Con las maquinillas para cortar el pelo ya no hacía falta ni tan siquiera acudir a la peluquería.

También las máquinas depiladoras y para rasurar arrasaron en el mercado, especialmente en el sector femenino.

No obstante no siempre hacía falta recurrir a unas máquinas que entonces eran caras, ya que se podían utilizar las cuchillas desechables. Estas cuchillas de afeitar antiguas eran bastante similares a las actuales en realidad.

Posteriormente, con el interés de los hombres en la depilación masculina surgieron innumerables marcas y modelos a precios muy económicos.